CARTAS DE AMOR

Mil formas de decir Te Quiero

Amor inmenso

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Mi príncipe Aarón

Mi amado príncipe, para mi eres todo lo magnífico, atractivo, increíble, estupendo, siempre mi socio en todo: ¡Si podría volver a vivir mi vida, te tendría que ser con el único amor del hombre que me ama desde mi nacimiento hasta mis últimos días, tú y solamente tú!

El destino que tenemos juntos va más allá del amor ordinario… y ésa es la manera que será. Hemos estado vagando en esta tierra todas nuestras vidas en busca aquélla idea de felicidad y nos acoplamos solamente en lo que Dios ha puesto aquí para nosotros. Al parecer, finalmente hemos llegado a la conclusión que tú y yo somos una sola alma con un solo corazón, y deberemos permanecer juntos por siempre. Mi amor para ti, es eterno, profundo, fuerte y verdadero. He estado caminando en las nubes tanto tiempo que me siento como un rayo.

Te amo diez veces más que ayer cada día. Te necesito tan cerca de mí que podría estallar cuando pienso que me puedes faltar algún día. Así es como te amo mi ángel. Mi corazón siente todo lo bueno del mundo cuando estoy con tu presencia. Mi amor por ti es tan verdadero como el sol, y con excepción de ti y del amor de Dios con todas sus creaciones, no hay nada debajo del sol o de las estrellas que eclipsen este amor. Practique y léala tantas veces pueda estas líneas, mi dulce príncipe, y memorícela porque esto es lo que siento cuando tengo el gran placer de observar su bello rostro.

Quisiera que tú me dijeras a cada momento que me perteneces, porque yo soy totalmente tuya, en cuerpo, alma y espíritu. Nunca quisiera separarme de ti, y espero estar a tu lado siempre, formar un hogar junto a ti y darte unos preciosos hijos que nos llenen de felicidad. Te amo y nunca permitiré que nadie te haga daño, siempre te cuidaré y estaré siempre contigo.

Te amo

Magdalena

Tú me renuevas cada día con tu amor

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parejaMi dama Ángela

Al iniciar estas líneas quiero decirte que no sabía si estaba vivo o muerto antes de encontrarte y tampoco me importaba averiguarlo. Esperaba el final de mis días resignado a una muerte sin amor, mis días vanos en las noches de alcohol y casino me estaban consumiendo. Tan pronto como te encontrara, mis ojos se llenaron de lágrimas y mi corazón exploto de tanto latir, porque estaba observando mi salvación. ¿Será el amor?, se me vino al pensamiento, ese sentimiento con el cual rara vez se cruzó en mi camino.

De pronto con cada palabra tuya me iba renovando y mis energías volvieron. Empecé a ver la luz de tus ojos y escuchar cada bella palabra de ánimo que me ofrecías. Mi corazón que era como una tierra sin agua, que pronto empezaría a florecer y brindarme la flor de la felicidad y dándome el fruto del amor. Con tu llegada un nuevo hombre había nacido en mí, todo comenzó a tener sentido, estaba enamorado de un ángel, un ángel que nunca pensé encontrar y que le estoy muy agradecido al todo poderoso por habérmelo enviado.

Ahora te digo que soy inmensamente feliz contigo y te doy gracias por renovarme cada día, con tus besos, con tus abrazos, con tus caricias, con tus bellas palabras al decirme que me amas. El amor que siento por ti es un regalo de Dios y siempre vas a tener este amor tan fuerte que te tengo. Eres lo mejor y lo más valioso de mi vida.

Te amo, mi amor, mi corazón se llena de felicidad cuando estás a mi lado y mi alma se regocija de una paz infinita que no puedo explicar. Te amo con todo mí ser porque cada día me ayudas a vencer todos los obstáculos y me motivas a seguir luchando por alcanzar nuestros sueños.

Te amo.

Alberto

Te amaré siempre

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Para ti, Gabriel.

Te amo tanto. Tú no tienes ninguna idea cuánto significas para mí. Tú te has pegado tan fuerte en mi ser, que lo único que deseo es estar junto a ti. Este último año y casi 5 meses han sido los mejores de mi vida. Hemos superado muchos obstáculos juntos en ese tiempo. Nunca pensé que nuestro amor podría sobrevivir a todo lo que se puso en nuestro camino. Tú eres el ser más dulce que conozco. Nunca pensé que podría amar a cualquier persona con este amor tan grande, y perderme en las profundidades de nuestros corazones. Tú eres mi corazón, mi alma, mi mundo, y finalmente, encontré mi otra mitad.

Caminé siempre alrededor de la sensación del vacío con un agujero en mi corazón que pensé nunca conseguiría llenarlo. ¿Pero que casualidad? Tú llenaste ese agujero que poco a poco me estaba matando. Tú eres la otra mitad de mi corazón que estaba buscando todos estos años. Estoy alegre al saber que tú puedes mirar más allá de mis errores y verme como lo que soy ahora y no como lo que era antes.

Tú me has cambiado tanto. Tú has logrado que no necesite la aprobación de nadie para hacer cualquier cosa en la vida, mientras yo sea feliz a tu lado, eso es todo lo que necesito. Tú me has enseñado a vivir la vida plenamente y sin preocupaciones. No sé que haría si te perdiera, no quiero ni imaginármelo. Deseo estar contigo por siempre. Nunca deseo perderte. Sé que hemos tenido nuestras luchas y discusiones pero nunca hemos dejado que nos lastimen o que deterioren nuestra relación, siempre lo superamos.

Sé que nuestro amor es verdadero porque de otra manera, no habríamos hecho tanta felicidad juntos. Te amo con todo mi corazón y alma, mi bebé, y eso nunca cambiará. Tan solamente gracias por existir.

Te amo por siempre.

Elisa

Cuando tú me miras

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No hay gente,
ni manos,
ni caminos,
ni otros ojos cuando tú me miras.

No hay ciudad
ni árboles
ni asfalto
ni palabras cuando tú me miras.

No hay presencia,
ni existencia,
ni pensamiento,
sólo aliento cuando tú me miras.

No hay aire
ni piedras,
ni nubes,
sólo un deseo cuando tú me miras.

No me tocas con tus manos
prendido en el viento tu fiebre,
y ni astro,
ni planeta,
ni dragones,
ni princesas,
ni lirios,
ni lagrimas,
Nada salvo tú, cuando tú me miras.

Autor: ni un día sin poesía, email: rosagg****ail.com

Carta a un amor eterno

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Yo quisiera decirte a través de estas letras lo mucho que te he querido, lo que te sigo queriendo, lo mucho que ya he sufrido, y lo que sigo sufriendo; que el tiempo ya transcurrido, no ha podido o no ha querido, borrarte en mi pensamiento.

Quiero decirte, mujer, que aún a pesar del tiempo, voy entre suspiro y suspiro bien por suerte o por castigo, sintiendo incluso tu aliento. Si, mujer, pasarán los años, cambiarán las cosas, como cambia el tiempo, la luna y el viento. Cambian los colores, incluso las flores que son tan bonitas, al paso del tiempo se vuelven marchitas. Pasarán los años, cambiarán las cosas y en los aledaños de mi corazón, brotarán más rosas. Cambiarán los astros, mil veces la luna, pero en mi corazón, rosa como tú. ¡ nunca habrá ninguna!

Me iré haciendo viejo, si tengo esa suerte, y cada mañana mirando mis canas delante del espejo, queriendo engañarme me haré una sonrisa, y aquella camisa que tú me bordaste, me pondré otra vez, pues lleva consigo la marca del beso, aquél que me diste por última vez.

Yo vivo en el sueño de mi fantasía, soñando que un día se cumpla tal vez, mirarme en tus ojos, besarte en los labios, dormirte en mis brazos, ¡ tenerte otra vez!

Y aquellos lugares que fueron testigos de cosas hermosas, aún siendo noche, para festejarlo, como una mañana de esas primaveras que llevo en mis ansias, habrá una fragancia de nardos y rosas, prendidas en el aire, incluso el lucero, aquel que en el cielo lloraba tu ausencia al ver tu presencia tendida en mis brazos, mirando tus ojos, besando tu frente, así de repente atrás su memoria a tiempos de glorias o gozos…, tal vez, ¡ que importa si fueron de uno o de otros, si los que no fueron, fue justo al revés!. Yo vivo en el sueño de mi fantasía, soñando que un día se cumpla tal vez, mirarme en tus ojos, besarte en los labios dormirte en mis brazos ¡ tenerte otra vez!. Y aquellas historias que yo te contaba,

¿ Te acuerdas de aquélla del gato y el pez?. Soñaba y soñaba el gato a diario, mirando al acuario poderlo coger, pero una mañana de invierno muy fría, lo que estaba viendo no pudo creer: aquel pececillo que se removía aquella mañana de invierno tan fría, salió del acuario para nunca volver.

Y al fin se dio cuenta después de perderlo, que aquel pececillo que se removía aquel gato pardo de tanto mirarlo, ¡ al fin lo quería! .

Pasaran los años, cambiarán las cosas, y en los aledaños de mi corazón, brotarán más rosas, cambiarán los astros, mil veces la luna pero en mi corazón rosa como tú, ¡ nunca habrá ninguna!.

 

 

Por Manuel Segura.