Querido Mario,
He aquí a un hombre que pensé que nunca existiría. El que me robó el corazón tan inocentemente, pero con el cuidado y la gracia de ser el amor perfecto. En mis pensamientos ronda la idea perfecta de estar juntos para siempre, la más dulce palabra es tu nombre, y lo más grande es tu amor. Cada oración silenciosa que has dejado en mi mente, todas las palabras bellas que has dejado en mis oídos y persiguieron mis labios hasta alcanzarlos, y todas las lágrimas solitarias que se han escapado de mis ojos por lo que me has hecho saber quién soy, y ahora saber que soy tu amor eterno.
Todas las veces que me sentía sola yo te he encontrado cobijo en ti aun cuando no has estado. En cada pensamiento contigo, en cada foto tuya, tus poemas y cartas de amor. Tal vez valoro muchísimo todo esto, porque la decepción de amor que sufrí en el pasado, aun no termina de cicatrizar y aun ha dejado un corazón sangrante. Pero recordando el pasado, ello desde la primera vez que te vi tú estabas ahí para mí, para encontrarte en mi camino y decirme sin palabras pero con el corazón que si existe el amor y que aquello que yo deje de creer es posible encontrarlo a plenitud. Te amo con la pureza y seguridad se saber que existo para ti.
Te quiero tanto, las palabras que te digo no pueden tener más significado que cualquier otra palabra expresada de mí. Te amo con todas mis faltas y todos mis logros. Te amo con todo lo que soy. Te amo por lo que eres, por cómo me tratas y por cómo me valoras, por cómo me das fuerzas para vencer cualquier obstáculo y por tu forma tan perfecta de amar. Espero que en la hora más tranquila de la noche cuando te susurre mi amor, el eco se extenderá por los aires y si piensas en mi en ese momento es que has escuchado mi voz diciéndote lo cuánto que te amo.
Tú amor de siempre,
Tu perlita.